El tratamiento que se les da a los niños en las escueles privadas y las denuncias de acoso escolar fueron el tema de reflexión del periodista Juan Carlos Fernández, este martes. El moderador del programa Apunto hizo su alocución luego de que trascendiera la noticia sobre Drayke Hardman; un niño de solo 12 años en Estados Unidos que acabó con su vida por ser víctima de bullying.
Fernández comentó que el acoso se observa sobre todo en colegios privados, donde las relaciones entre padres y las relaciones entre niños compiten para ver quién tiene más dinero, mejor carro, más prestigio, o quién resalta más. Esto sería algo que se les transmite a los niños y que no es exclusivo de Norteamérica. También ocurre en nuestro país y ciudad.
Todo lo anterior puede crear, en ciertos casos, competencias entre los estudiantes no por su talento; sino por determinar quién luce económicamente mejor.
Es muy bonito que las escuelas tengan un cartel donde están los estudiantes más destacados. Es maravilloso y es bueno. Pero creo que las escuelas deben preocuparse en grado sumo por que los muchachos que vienen abajo puedan seguir adelante, y atender los problemas de los niños; combatir la competencia entre los estudiantes”.
El padre de familia y abogado opinó sobre la importancia del uniforme estudiantil. Dijo que, con él, los niños y jóvenes tienen una relación de iguales, y no de quién viste mejor porque puede pagar más.
Los niños tienen que sentirse bien en la escuela, cómodos, a gusto, atendidos, apreciados, queridos. Vale más tener una buena oficina de orientación escolar para hijos y padres”.
Agregó que lo grave es que “hay escuelas donde privilegian el cuadro de honor, al cuadro de salvación”, es decir, se deja de lado la atención de orientadores, psicólogos y maestros; que debería ser lo más importante en toda institución educativa.
Reiteró que en las escuelas se debería ayudar a los niños y jóvenes que presenten problemas en su hogar, signos de depresión, o simplemente alguna condición especial y requieran atención para alcanzar sus objetivos académicos.
Pero cuando la escuela se preocupa solo por su cuadro de honor y por lucir prestigio, terminan produciéndose inequidades terribles dentro de las aulas de clase; terminan los niños deprimiéndose porque son agredidos por sus compañeros”.
Comentó que esta situación la ha observado en algunos colegios en Maracaibo. También ha visto que se aprecia a niños o jóvenes por el valor económico de su familia, y no por su valor humano.
Así, aprovechó para hacer un llamado a las sociedades de padres y representantes para que estén alerta a estas situaciones. Además, llamó a las escuelas a corregir las fallas que puedan tener en ese sentido y atender los casos de bullying.
“Se les burla o persigue por la condición que presentan en un momento de su vida. Cuando todos deberían estar atendiéndolos y ayudándolos a reincorporarse a la vida escolar de buen modo, todo pareciera que se confabula para perseguir y afectar a estos niños”, concluyó.
PRENSA FUERZA VECINAL