“La oposición política venezolana debe dejar de ser oposición para convertirse en una alternativa real de poder”. Así lo afirmó el periodista Juan Carlos Fernández, en su reflexión de este jueves 17 de febrero, para el programa Apunto, transmitido por el Canal Once del Zulia.
El también coordinador regional del partido Fuerza Vecinal comentó que no basta desear salir del Gobierno de Nicolás Maduro. La oposición necesita, entre otras cosas, construir una narrativa que le dé esperanza a la gente. Además, en los municipios o estados donde gobierne, debe hacerlo lo mejor posible; y donde no gobierne, debe ser una oposición proactiva, creativa, con una clara hoja de ruta.
Venezuela tiene un problema histórico, bien lo planteaba Laureano Vallenilla Lanz, el problema del caudillismo. Parece que tenemos ese problema de los caudillos y nuestros partidos, en vez de tener dirigentes, tienen propietarios; hombres que son jefes, presidentes, secretarios generales de los partidos por décadas, sin realizar elecciones internas, sin permitirles a las bases de sus partidos expresar sus opiniones”.
En ese sentido, señaló que se debe hacer un gran esfuerzo, pues no basta llamarse demócrata; sino que la oposición venezolana debe tener una vida democrática interna, aún en medio de un escenario de autoritarismo como el que vive Venezuela.
Indicó que lo anterior puede permitir que los ciudadanos que actualmente no apoyan ni al Gobierno ni a la oposición tengan un referente. Así también, quienes hayan abandonado el chavismo o madurismo tendrían un espacio para expresarse políticamente y ser parte del proceso de cambio que necesita el país.
Si no tratamos de unir bajo premisas como estas, los rusos juegan. Esa es una frase vieja del fútbol. Es decir, el equipo que se ve y siente más fuerte no tiene el mandado hecho. Tiene que entrenar y hacer todos los días para estar prestos a ganarle al contrario porque, si no, le pueden ganar con dos o tres golpes de buena suerte”.
Agregó que la hoja de ruta, por ejemplo, debe definir qué se hará con el país una vez que se haya cambiado de gobierno, refrescar los partidos políticos, reinstitucionalizar y “descaudillizar” a Venezuela. Así se lograría una democracia en los partidos, la sociedad y las instituciones del país.
“Yo no creo que Venezuela esté condenada a tener un amo, un patrón o benemérito ni en el Gobierno, ni en la oposición. Ojalá lo logremos”, finalizó.
PRENSA FUERZA VECINAL