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Los momentos difíciles son los que nos dejan enseñanza

El destacado periodista zuliano, Juan Carlos Fernández, durante su reflexión en el programa A Punto transmitido por el canal 11, habló acerca de la resiliencia y la definió como la capacidad del ser humano  de adaptarse a diferentes situaciones.

Para Fernández aunque los últimos años de Venezuela han sido duros, “pero nada es mejor como escuela que los momentos difíciles”, puesto que esos momentos son los que dejan enseñanza y lo fácil no enseña nada.

“Cuando las cosas son fáciles, no nos dejan utilizar nuestras ideas, nuestros pensamientos”, dijo en su intervención el periodista. En momentos complicados, el ingenio de las personas se activa, con el fin de aprender distintas cosas para resolver los problemas que puedan presentarse.

Mencionó que si a los trabajadores en el futuro se les paga por hora, sería un buen método para mejorar la productividad, ya que en ocasiones las personas se  conforman con un sueldo porque si trabajan o no igual le pagarán lo mismo. Para él, cuando esto sucede de esa manera “el amor a inventar cosas” desaparece, porque todo termina siendo muy fácil, “mientras las cosas sean fáciles, el hombre crea menos, el hombre piensa menos” indicó.

Como ejemplo de resiliencia, mencionó a tres personas que conoce, un empresario que ha logrado tener 8 supermercados en Maracaibo, un Ingeniero Químico que empezó con un emprendimiento haciendo diseños de gorras de béisbol, y un profesional de las ciencias políticas que logró tener una empresa de venta de carros de colección a escala. Estos han logrado en plena crisis sus objetivos y lo han hecho pensando, inventando y reinventándose.

La sociedad para poder evolucionar, necesita descubrir el poder de adaptarse, de crear y de no conformarse, de buscar espacio y oportunidades para avanzar en medio de la adversidad.

Debemos construir el futuro, crear mejores condiciones de vida, “en medio del mar de las dificultades siempre se te va abrir una puerta si andas tocando, si andas tratando de que las puertas se abran, las puertas se abrirán siempre”, sin embargo, si no se hace nada y no se trabaja la vida seguirá así.

Con la frase “Pensemos, seamos resilientes, no nos conformemos con quejarnos y con llorar”, culminó su reflexión.

 

Redacción: Paola Rivero

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